Blade-Runner

¿Sueñan los humanos con ovejas electricas? … o Hacia donde van las nuevas tecnologías

Soy un apasionado de las nuevas tecnologías, en concreto de las nuevas tecnologías en salud, esalud, pero, si soy algo, en esencia, es una persona que duda, inconformista, rebelde en su interior, “silvestre” y con gran sentido crítico…

Pienso constantemente sobre lo que me rodea, sobre mi entorno, sobre lo que leo, veo y oigo, doy vueltas y vueltas y me planteo interrogantes de continuo… En definitiva, dudo. Y dudo, si, y mucho, y se me plantean muchos interrogantes sobre la tecnología que nos inunda, sobre la gran ola que ya no somos capaces de surfear… porque la ola es ya un Tsunami que nos supera, y hasta al más especialista, experimentado e informado hace perder ya la noción, o la verdadera perspectiva.

Aplicaciones, Wearables, Big Data, Telemedicina, Robótica, Inteligencia Artificial (AI), Realidad Virtual , Realidad Aumentada, Internet de las Cosas (IoT)…, son algunas de las nuevas disciplinas que se desarrollan actualmente y que han surgido a través de las tecnologías, y a diario, nos encontramos con montañas de información, si, son avalanchas de gigas tecnológicos que nos cuesta cada vez más asimilar. Pero va a más…

Y el asunto no es la saturación de información, que ya es un tema aparte, el asunto es la propia tecnología, y la cuestión y reflexión es sobre la necesidad y usabilidad de todo lo que se está poniendo en manos de los usuarios y pacientes (en el caso de la esalud)

¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia dónde va la tecnología?

¿Qué (quien) dirige la tecnología?

¿La necesidad o el mercado?

En mi opinión es tiempo de reflexión.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? titulaba Philip K. Dick en una estupenda obra de ciencia ficción en los 60, en la que en un mundo post nuclear y donde la tecnología manda, se tratan temas éticos en torno a  androides semi-humanos. Excepcional, excelente es la película adaptada de la novela, Blade Runner, de Ridley Scott.

Parece que ya no estamos tan lejos de Blade Runner o A.I

Leo, sorprendido, que un Banco Japonés está utilizando robots para impulsar la comunicación con sus clientes… Robots que sustituyen a humanos en las tareas más “humanas” ¿?

Más robots  AQUÍ desde Japón, algunos un poco raritos… en mi opinión

Y que opináis del enfrentamiento de robotitos Japón – USA? Echar un vistazo

Esto es como lo que se dice a los niños, “dejar de pegaros, que empezáis jugando y luego acabáis mal”

¿La ciencia ficción cinematográfica y literaria se está empezando a convertir en predictiva?

Bueno, sólo estoy haciendo pensar…

Pero los datos están ahí:

la mayor parte de las aplicaciones de salud son un fracaso, y quedan abandonadas con menos de 500 descargas…

Los wearables suelen abandonarse en el cajón a los 6 meses, y aún les queda mucho para la auténtica precisión…

Sin embargo las cifras del mercado son astronómicas. Y las predicciones que dan las consultoras lo son aún más…

Pero son de rigor estas predicciones?

Que mueve la tecnología ¿la usabilidad y necesidad o el mercado y el capital?

Habría que pensar hacia donde vamos, que es lo que realmente necesitamos…

Y sobre todo hace falta buen control y regulación… ¡ya!

Pero qué se yo de esto…. que se yo…

Ignacio F. Alberti

“No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida. Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que podía hacer era quedarme allí y verlo morir.”

Rick Deckard (Blade Runner)

Humanos en el tren… y el AVE silencioso

Me sorprendo escuchando tertulianos de radio de la mañana como se regocijan con la noticia del AVE silenciosoEn este nuevo AVE entre Madrid y Sevilla, los pasajeros «deben respetar el silencio», por lo que tienen que «hablar en un tono bajo y no establecer conversaciones duraderas», si, tal cual. No es todo, no se permiten menores de 14 años, ni hablar por el teléfono, y no existe el servicio de ‘bar móvil»… (si, no vaya a ser que a alguien le de por levantar la voz al pedir un café)

humanos-en-el-tren-niños

Humanos en el tren, no, no en silencio…

Según ellos, es un acierto enorrrrme, pues, apuntan, están hartos de escuchar en sus desplazamientos conversaciones altisonantes de empresarios y comerciales viajeros, y “aguantar” sonoridades estrepitosas y correrías infantiles..

 

Escucho lastimoso y sorprendido, como digo, pues aun respetando, claro, (“Odio lo que dices pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo” decía ni se sabe), no comprendo los comentarios…

¿Acaso molestan ya tanto las personas a otras personas? 

que triste oir que la gente molesta…

¿Es necesario implantar refugios en los que unos humanos se aíslen de otros?

¿lo siguiente serán bunkers antipersonas?

Recuerdo con nostalgia, con sabor a ensaimada y mantecada de Astorga, aquellos eternos viajes ferroviarios del “Expreso” a Barcelona.. En los 70, los veranos de mi infancia eran de vacación en aquella Barcelona de la época, en un Hospitalet obrero, y el transporte desde Asturias con mis abuelos, Ignacio y Eusebia, iba por tierra, y en aquel “Orient Express” español de serie B

El Expreso, era de todo menos eso… express, uno se pasaba casi 24 horas en un tren de departamentos donde vivía mil y una anécdotas y conocía personas y personajes de todo tipo…  Soldados y militares (que hacían la mili y ¡la contaban!, por supuesto), familias de dos, de tres, de cuatro, de cinco, de seis, de…¡que se yo! (era la vida del “venga a por hijos” o el babyboom que se llama ahora), vendedores que subían y bajaban, cacos y malhechores que entraban y salían (con lo que podían), revisores e inspectores, policías y sabuesos (tras los anteriores), abuelos que se dormían encima, tías (Elisea) que te tapaban aún hiciera 40 grados, novios tiernos, novios calientes (a veces los primeros transitaban hacia los segundos), recién casados, ligones y ligonas, vividores y vividoras, borrachos/as (que vivían eternamente en el vagón-restaurante conviviendo con parte de los que ya he listado), y un largo etcétera que podría hacer la lista interminable si me pusiera a hacer memoria de la buena..

Ante todo, ante todo recuerdo humanos, un fluir continuo de personas en contacto y comunicación, porque lo que había era mucha conversación… ¡que buenas eran! Aquellas bonitas historias de tren…

y también, amigos, lo que había era humanidad, porque allí, en aquellos departamentos, incluso en “luz penumbra” ¿recordáis la luz penumbra? se desplegaba la mesa y se compartía enseres y viandas, fuera quien fuera, sin importar clase o raza..

Hoy, cuando viajo, lo que espero, aparte de llegar a mi destino es… que surja alguna persona con la que compartir…

y aún con sobrecarga de trabajo virtual, porque ese, ese te acompaña…

Un tren silencioso y sin la renovación vital, descontrol, imaginación, alegría desatada de nuestros niños… para mi, es lo más parecido a un tren de «muerte gris»…

 

Pero… que se yo de esto!! a mi… ¡ni caso!

Ignacio F. Alberti

 

 

 

(La sociedad,  necesita que sus políticos y sus personas ilustres estén entre sus ciudadanos, el pueblo, que nos llamamos, que nos pregunten, que se interesen y mantengan conversaciones amables. Qué sitio tan estupendo es el tren… )

no corrupción-honestos

¿Queremos acabar con la corrupción? Seamos nosotros honestos

Corrupción, corruptelas, corruptibles, corruptos…, a todas horas, a todos los niveles, en administraciones, en los partidos políticos, en la empresa, en los medios, en las personas, en todos los sectores…, nadie parece quedar fuera, pero es así, ¿nadie “queda fuera”? ¿podemos generalizar? ¿es España un país corrupto?

No lo creo…

Quizás sea un país enfermo, no os parece… un enfermo “mental”, porque, en mi opinión, lo que nos falta es “cabeza”. Esto…, esto viene de allá, hace, hace ya… de cuando los “dinosaurios” en la España , cuando a alguien se le ocurrió decir “oye, Fernández, no te preocupes por el chaval, te lo enchufo yo en la secretaría”, esto pareció buena cosa y el enchufe pasó a ser práctica y deporte nacional, y empezaron los favoritismos por aquí y por allá, a tontas y a locas (y a otras chicas y chicos de otra reputación), y…, y bueno, luego llegaron las “terneras gordas” y el dinerito a mansalva, que puesto en unas pocas manos mantecosas… nos llevaron al derroche, a las malas inversiones, y así, casi sin querer, llegamos a eso que tan mal suena de malversaciones, sobornos, cohechos (activos y pasivos), etc, etc, etc, que solo de tener que escribirlo ya parece que le queda mal cuerpo a uno, y uno no es, ni ha sido un santo… ¿lo es alguien?

¿Y que podemos hacer nosotros? ¿Qué puedo hacer yo? o ¿que puedes hacer tu?

Mira, yo pienso que podemos hacer mucho, individualmente, y creo que la clave está en cambiar nuestra actitud desde la base, pero sobre todo nuestra mentalidad, tenemos que evitar en lo posible eso de aprovecharnos, y hay que ser honestos.

Hace unos días me encontré en una situación en la que en una prueba automovilística tuve que pagar 5 euros simplemente por ver los coches en boxes, mi hijo tenía mucha ilusión así que aboné esa cantidad. Casi no había ni entrado cuando veo (y oigo) que el chico de la entrada, de unos veintitantos, pasa a unos amiguetes del trabajo con todo descaro e impunidad,  cuando le recrimino su actitud y su falta de honestidad, y aunque se le notaba avergonzado, me espetó que es lo que haría cualquiera y “¿Qué es lo que harías tu?” “¿No harías tu lo mismo?”. Decidí no seguir aquel enfrentamiento… pero, la verdad, es que sus palabras me han seguido  dando vueltas a la cabeza, estrujándome las neuronas…y son el motivo de esta entrada.

George Orwell, en una estupenda (y recomendable) fábula, “Rebelión en la Granja”,  nos cuenta como los cerdos, después de organizar una exitosa revolución de los animales de una Granja de Inglaterra y tomar el mando, al ser los más inteligentes y los mejor dotados para ello, no logran resistirse a la codicia y al poder que les otorga su privilegiada situación, se vuelven corruptos, y acaban adquiriendo los mismos malos comportamientos de los humanos contra los que se habían rebelado…

Evidentemente, el poder corrompe, las situaciones de privilegio se hacen muy golosas y es aquí donde debemos estar atentos para actuar distinto, para hacer bueno, para practicar la honestidad, en cualquier momento, en cualquier lugar…

Quizás aquel chaval, nuestros jóvenes, nuestros hijos, empiecen a pensar de otra manera, si nosotros damos ejemplo…

Y si un día, algunos de nosotros, nos convertimos en los cerdos de George Orwell, aún sin rebelión, quizás ya no nos pase lo mismo que a estos.

 

Ignacio F. Alberti

 

“Dos piernas si, dos patas no. Dos piernas si, dos patas no”

humano en el suelo

Mamá ¡quiero ser persona!

Creo que me estoy haciendo mayor. Dicho así parece que voy a soltar una batallita a lo abuelo Cebolleta, aquel personaje de los tebeos de Bruguera que las contaba buenas, y los que me conocen podrían pensar “Hombre, Nacho, parece que madura”, pero hablo mas bien de hacerse mayor como lo dice mi hijo Noel, que tiene seis años (“Papá, que ya soy mayor”), y es que es ahora cuando me encuentro con la “clarividencia” necesaria como para decidir lo que quiero ser, quiero ser PERSONA, con todas las consecuencias (persona es un ser capaz de vivir en sociedad y que tiene sensibilidad, además de contar con inteligencia y voluntad, aspectos típicos de la humanidad).

Bueno, puede parecer una broma pero no lo es, me he dado cuenta de que en esta etapa de transición individual algo se ha revuelto en mi interior y, lo digo muy sinceramente, he descubierto que me gustan las personas, el trato, rodearme de ellas, me preocupo y me ocupo, quiero estar con los seres humanos y compartir cosas, quiero recuperar lo que solemos llamar valores. Digo que soy un nuevo humanista, y es que lo siento así, es cierto, me gustaría que nos fijáramos en aquellos grandes sabios, griegos y romanos, como ya lo hicieron los verdaderos humanistas del Renacimiento, ahora que se habla tanto de lo humano quizás sea un buen momento, no estamos haciendo nada nuevo. Ahora que estoy más sensibilizado, no he podido dejar pasar un hecho que me ha estado dando vueltas a la cabeza ya durante varios días:

A primera hora de la mañana, esperaba el autobús, había un grupo de 3 o 4 personas que esperaba otro, mi gran sorpresa fue que cuando cogieron el suyo y quedó al descubierto una persona tirada en el frío suelo mañanero, un hombre de entre 30 y 40, desastrado y sin higiene de algún día yacía a lo largo, evidentemente lo había visto, evidentemente lo habían ignorado… Era muy posible que estuviera borracho, lo estaba, pero ¿es esta la actitud que ya nos queda ante nuestros semejantes? La indiferencia absoluta!! No se puede hacer mucho cuando un individuo ha elegido la autodestrucción, pero preguntar si se encuentra bien ¡que menos! Ofrecerle ayuda, intentar llevarle a un banco donde no coja el frio del suelo, hablar con él o ella (a veces, los humanos, solo queremos que se nos escuche), dar unos minutos de nuestro tiempo a ese igual, a ese humano que no encuentra solución… Fue un poquito lo que hice.

No, no, no voy de salvador por la vida, hablo simplemente de ser humano, querer ser solidario, de querer ser persona… ¿Mamá me oíste?

Ignacio F. Alberti

"Olores humanos" de Ignacio Fernández Alberti

Olores humanos

Olores humanos, me sorprendéis…., en el autobús urbano, en el metro, en la multitud…, olores del albañil que ha trabajado duro durante el día, del emigrante africano que exuda distinto, de la gitana que tiene otras costumbres, del comercial que ha recorrido calles sin parar, del indigente que ha olvidado su higiene durante días, del joven deportista agobiado por el exceso de calor…

Olores humanos de Ignacio Fernández Alberti

Foto de Payuta Lour

Nos inundan los efluvios de la gente, de las personas, de los nuestros, me es difícil entender por eso, porque son los nuestros, e iguales, esa actitud de algunos, de muchos y muchas, cuando se refieren a sus congéneres con desprecio por su olor, ¿acaso no los llamamos olores a humanidad?, esos “ultraperfumados” hablan entonces, y en general, sin ningún disimulo, de “pestes” y “apestosos”, se apartan, y/o hacen gestos y sonidos desagradables del tipo de “aaag”. Que fácil es, digo, sin tal horrible les resulta, taparse la nariz con un pañuelo, antes de esas muestras de falta de respeto y tolerancia ¿Acaso nunca huelen mal sus honorables cuerpos? ¿Acaso nunca emiten olor? ¿Son nuevos prodigios de la naturaleza? Si, ¡Enhorabuena!

Olores humanos ¡ya estáis aquí! Me alegro, porque quiere decir que no estoy solo y que estoy vivo. ¡Tolerancia! No rechacemos así a nuestros semejantes, a las personas, quizás algún día nos demos cuenta de que solo nos olemos a nosotros mismos, o peor, que no hay ya ningún olor, o sí, pero ya será el de la podredumbre, el de la muerte, y ya no habrá oportunidad para nosotros.

«Fui a buscar un amigo y ya no estaba»

Ignacio F. Alberti

¡Asturias en libertad! para prosperar

¡ASTURIAS EN LIBERTAD! para prosperar…

Si, grito ¡ASTURIAS EN LIBERTAD!, y me emociono, y me enfado… Pero escribo después, después de la emoción, del enfado, cuando las palabras sólo eran mordiscos, si, he tenido que dejar paso a la razón para escribir sobre Asturias, porque últimamente ardo por dentro al ver esta región nuestra ya doblada por los golpes de la crisis, y ahora tengo que ser testigo directo de como es maniatada, secuestrada, extorsionada… por sus propios asturianos, si, trabajadores de aquí, de siempre, mineros…, compañeros.

Durante días y cada día, trabajadores de aquí, de siempre, mineros, cortáis carreteras, vías, y hacéis lo posible para haceros notar, pero a costa de nuestros derechos y libertades en muchos casos. Sindicalistas, grandes conseguidores de derechos para los trabajadores y de su prevalencia, ahora atentáis contra ellos, y sois la gran mano que dirige esta barbaridad, porque ahora no nos dejáis ir a trabajar, al comerciante, al que emprende, al autónomo, al pequeño empresario, y al grande, ¿qué más da? Pero no os quedáis ahí, porque cuando convocáis VUESTRA HUELGA obligáis a que sea de todos, cuando podríais hacer fácilmente una gran CONVOCATORIA ASTURIANA, desde la LIBERTAD, desgraciadamente utilizáis las artimañas del decrepito mafioso que no quiere dejar el “negocio”, y esos piquetes se convierten muchas veces en grupos de extorsión que obligan a cerrar locales o colocan barricadas que impiden el paso a sus propios conciudadanos, asturianos también. Leo y oigo ”Paro al 100% en la Cuencas Mineras” pero ¿Cuánto de ese porcentaje de paro es verdaderamente libre?

Me duele Asturias, pero me duele mucho más sus Cuencas Mineras, donde los jóvenes brillantes brillan por su ausencia, se han ido buscando oportunidades dignas de su excelente nivel, han quedado los empecinados y los hijos de los que quieren mantener esta región en el inmovilismo, en la parálisis en la que llevamos años y años, porque el “status quo” beneficia sus propios intereses ¿Dónde están aquellos jóvenes llenos de ilusión que hace 20 y 10 años soñaban hacer cosas en su tierra? Están en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, París, Londres, Berlín, y un largo etcétera, si amigos, amigas, si, se nos han ido, y más que se nos están yendo, cada día, al igual que las empresas, al igual que los empresarios… pero ¿Quién va a querer invertir aquí? Una región continuamente, convulsa, inestable, de políticos flojos, en declive y en la que sus ciudadanos se dejan amedrentar por un sector minero que tenía que abrirse de una vez a la modernidad y dase cuenta que Asturias necesita ¡LIBERTAD! para prosperar. Asturias necesita avanzar, tenemos que librarnos ya de lo de “Borracha y dinamitera”, y cambiar la imagen que estamos dando fuera que es deplorable, porque ahora las imágenes no corren ¡vuelan! en los medios, y sobre todo en las redes sociales.

Asturias tiene que empezar a abrirse a los cambios, estamos viviendo un mundo de continua evolución y tenemos que ser flexibles, hay que recuperar el tiempo perdido, porque a pesar de asturianos y asturianas de gran valor, empresarios que están abriendo Asturias al mundo y que han hecho un gran esfuerzo por nuestra región, su acción necesita colaboración, la de cada uno y la de todos. Compañeros mineros yo quiero apoyar vuestra causa, y apoyo vuestra “marcha negra”, pero también hay que buscar nuevas soluciones, entre todos tenemos que construir una nueva Asturias, pero en primer lugar ¡ASTURIAS EN LIBERTAD! para prosperar…

(Y si, esta es la versión después de haber reflexionado…)

Ignacio F. Alberti

Mejor positivos y optimistas

He vuelto a ser optimista, menos mal, ya cansaba esa postura catastrofista de “ya no hay nada que hacer” (Lo bueno de ser optimistas es que, cuando las cosas no salen bien, uno está seguro de que mejorarán.  Hughes). Recuerdo que en el grupo de amigos, cuando estábamos muy cansados, o agobiados, o deshechos por alguna razón, yo hacía como el típico plasta, el que en las películas, en las expediciones al desierto, machaca al resto con “vamos a morir, vamos a morir, vamos a morir…”, y entonces nos reíamos por la exageración, más si cabe porque yo era además el más optimista de todos, era más gracioso.

Mejor positivos y optimistas

Así, a lo llano, pienso que es bueno ser optimista ante la vida, lo contrario es ser pesimista, que es una actitud negativa que no nos lleva a ninguna parte, también están los grados intermedios, por supuesto. Plantearse la vida, los conflictos, los problemas cotidianos con una actitud positiva cambia mucho las cosas, y vuelvo a hablar desde mi experiencia, porque desde que recuperé mi salud y sobre todo desde que me he recuperado como persona, he adoptado de nuevo esa actitud optimista de ver mi presente y mi futuro, y los problemas que tenía siguen estando ahí y son igual de graves pero los veo como obstáculos que salvar y no como muros de hormigón, infranqueables, como algo oscuro que amarga mi existencia. Y podemos angustiarnos más, claro, si añadimos los clásicos “y si… esto”, “y si… lo  otro”, y para acabar de hundirnos a nosotros mismos y así poder revolcarnos bien en el lodo de la derrota, podemos también regodearnos con la situación económica actual, pero esto de que nos sirve… No es que pensar en positivo nos resuelva la vida y los problemas pero sí que se hacen mucho más llevaderos.

 El primer paso para la solución de los problemas es el optimismo. Basta creer que se puede hacer algo para tener ya medio camino hecho y la victoria muy cercana”. John Baines  Filósofo y científico chileno.

Winston Churchill, que las pasó…, dejémoslo en canutas, en la Segunda Guerra Mundial dijo “Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”, esta es nuestra oportunidad, aprovechémosla, digo yo.

Ignacio F. Alberti

 

Foto: Archivo José Carlos Maríategui, Lima, Peru (http://www.mariategui.org)