crisis, cambios y responsabilidad del individuo

Crisis, cambios y el momento para el individuo

Momentos de crisis, momentos de cambios (crisis es mutación, cambio, en su acepción original), y buena oportunidad para levantar la cabeza por fin y aprovecharnos ¿lo ves? Quizás sea complicado, pero inténtalo…

Crisis y seguimos… Nos desmoronamos ¿con razón? Y yo digo ¿hasta cuando? No tengo nada… os lo aseguro, tengo mi actitud… tu también. Alguien tiene que poner los puntos sobre las ies:

«La última de las libertades humanas es elegir nuestra propia actitud ante cualquier circunstancia” Viktor Frankl, psiquiatra austriaco, superviviente del holocausto nazi.

Tenemos que dar el paso firme de abandonar la queja y las culpas, si “ellos” lo hacen y lo hicieron mal… ya es hora de que actuemos nosotros, debemos pensar en nuestra responsabilidad como individuo, si tu, yo, ella, podemos HACER por cambiar esta situación y..¡¡mejor!!, podemos mejorar nuestras posibilidades como persona ¿has mirado hacia dentro? … podemos buscar y rentabilizar oportunidades.

Podemos más que las huelgas, y las pancartas, y de la clásica manifestación, porque son “lo de siempre”, porque ya tienen poco efecto, porque están dirigidas por otros, porque ya no somos corderitos que se nos lleve de paseo… porque tu, yo, ella… tenemos nuestro propio pensamiento y nuestras propias ideas, nuestro potencial es grande!! En grupo mejor que en multitud…, amigos, en masa nos amansamos, perdemos, se nos ofuscan las neuronas… y queremos que se nos escuche…  ¿no?

Hay que empezar por cambiar mi mentalidad, y la tuya, hay que empezar por cambiarnos nosotros para cambiar nuestro entorno… empecemos por lo local para afectar en lo global, si lo hacemos con pasión!! ¡autentico¡ más grande será nuestro efecto. Tu, como individuo, por ti mismo, tienes una gran fuerza…, reúnete con los que ven como tu, esa “chispa” en la mirada, ya sabes… colabora, la colaboración es fundamental para crecer ¿me crees? Si, ya se que si…

Dicen que quién soy yo para ir “removiendo”… que no soy nadie, bueno, soy alguien, soy ese mismo del que han hablado, aunque sea para mal, no me creo especial, simplemente diferente, ya vale con eso, ¿a que a ti también? No consiste en estar “por encima”, consiste en destacar “entre”… No tengo que ser un ejemplo, pero vamos a movernos, vamos a crear, vamos a hacerlo, vamos a fallar ¿ya fallaste? Ha sido bueno ¿no?

Las cosas están cambiando, es el momento del individuo…, de las personas, de la vuelta a lo humano… me repito, pero no soy un predicador, hago de divulgador… os lo aseguro, tu eres ahora tu mayor valor ¡aprovéchalo!

¿lo piensas? ¿sabes de tu potencial? ¡vamos! ¿vienes?

“Tu debes ser el cambio que deseas ver en el mundo” Ghandi

 

Ignacio F. Alberti

¡Asturias en libertad! para prosperar

¡ASTURIAS EN LIBERTAD! para prosperar…

Si, grito ¡ASTURIAS EN LIBERTAD!, y me emociono, y me enfado… Pero escribo después, después de la emoción, del enfado, cuando las palabras sólo eran mordiscos, si, he tenido que dejar paso a la razón para escribir sobre Asturias, porque últimamente ardo por dentro al ver esta región nuestra ya doblada por los golpes de la crisis, y ahora tengo que ser testigo directo de como es maniatada, secuestrada, extorsionada… por sus propios asturianos, si, trabajadores de aquí, de siempre, mineros…, compañeros.

Durante días y cada día, trabajadores de aquí, de siempre, mineros, cortáis carreteras, vías, y hacéis lo posible para haceros notar, pero a costa de nuestros derechos y libertades en muchos casos. Sindicalistas, grandes conseguidores de derechos para los trabajadores y de su prevalencia, ahora atentáis contra ellos, y sois la gran mano que dirige esta barbaridad, porque ahora no nos dejáis ir a trabajar, al comerciante, al que emprende, al autónomo, al pequeño empresario, y al grande, ¿qué más da? Pero no os quedáis ahí, porque cuando convocáis VUESTRA HUELGA obligáis a que sea de todos, cuando podríais hacer fácilmente una gran CONVOCATORIA ASTURIANA, desde la LIBERTAD, desgraciadamente utilizáis las artimañas del decrepito mafioso que no quiere dejar el “negocio”, y esos piquetes se convierten muchas veces en grupos de extorsión que obligan a cerrar locales o colocan barricadas que impiden el paso a sus propios conciudadanos, asturianos también. Leo y oigo ”Paro al 100% en la Cuencas Mineras” pero ¿Cuánto de ese porcentaje de paro es verdaderamente libre?

Me duele Asturias, pero me duele mucho más sus Cuencas Mineras, donde los jóvenes brillantes brillan por su ausencia, se han ido buscando oportunidades dignas de su excelente nivel, han quedado los empecinados y los hijos de los que quieren mantener esta región en el inmovilismo, en la parálisis en la que llevamos años y años, porque el “status quo” beneficia sus propios intereses ¿Dónde están aquellos jóvenes llenos de ilusión que hace 20 y 10 años soñaban hacer cosas en su tierra? Están en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, París, Londres, Berlín, y un largo etcétera, si amigos, amigas, si, se nos han ido, y más que se nos están yendo, cada día, al igual que las empresas, al igual que los empresarios… pero ¿Quién va a querer invertir aquí? Una región continuamente, convulsa, inestable, de políticos flojos, en declive y en la que sus ciudadanos se dejan amedrentar por un sector minero que tenía que abrirse de una vez a la modernidad y dase cuenta que Asturias necesita ¡LIBERTAD! para prosperar. Asturias necesita avanzar, tenemos que librarnos ya de lo de “Borracha y dinamitera”, y cambiar la imagen que estamos dando fuera que es deplorable, porque ahora las imágenes no corren ¡vuelan! en los medios, y sobre todo en las redes sociales.

Asturias tiene que empezar a abrirse a los cambios, estamos viviendo un mundo de continua evolución y tenemos que ser flexibles, hay que recuperar el tiempo perdido, porque a pesar de asturianos y asturianas de gran valor, empresarios que están abriendo Asturias al mundo y que han hecho un gran esfuerzo por nuestra región, su acción necesita colaboración, la de cada uno y la de todos. Compañeros mineros yo quiero apoyar vuestra causa, y apoyo vuestra “marcha negra”, pero también hay que buscar nuevas soluciones, entre todos tenemos que construir una nueva Asturias, pero en primer lugar ¡ASTURIAS EN LIBERTAD! para prosperar…

(Y si, esta es la versión después de haber reflexionado…)

Ignacio F. Alberti

La crisis, una oportunidad para el cambio personal

Aquí en Asturias, los buenos bebedores de sidra dicen que para disfrutar bien de ella, los culetes, los tragos de sidra, tienen que ser cortos y frecuentes, aunque hay algunos que los hacen largos y frecuentes y luego los acaba recogiendo el camión de la basura o la ambulancia. Yo prefiero que mis publicaciones, mis comentarios, sean mas bien como los primeros, cortos y frecuentes acogiendome también a ese proverbio de Baltasar Gracián “lo bueno, si breve, dos veces bueno”, aunque quizás esto sea ya mucho decir.

En esta ocasión voy a ser original y voy a hablar de CRISIS, «Crisis, What crisis?», preguntaban los de Supertramp en los 70, ¿crisis económica?, ¿crisis personal?, ¿crisis nerviosa?, ¿crisis matrimonial?, (sí, sí, también, a mí, de seis años casado, la crisis me duró once), todas las crisis, porque crisis significa realmente mutación, cambio, y grandes cambios están sucediendo, desgraciadamente el cambio que más estamos notando es en nuestros bolsillos, “Por el cambio” dijeron aquellos que nos gobernaron hace ya muchos años, y nos quitaron los billetes y nos dejaron el cambio, después vinieron otros, y gracias a ellos y a los que les siguieron nos quedamos incluso sin el cambio, y así nos encontramos ahora, que no tenemos ni para cambiar. En serio, están ocurriendo cambios importantes en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, y nosotros también tenemos que cambiar, pero ¡como nos cuesta!, el proceso de cambio exige autoanálisis y  modificaciones en nuestro estilo de vida, cambios de conducta que resultan muy complicados. Decía Gandhi «Tú debes ser el cambio que deseas ver en el mundo», hagamos un esfuerzo, trabajemos por nosotros, “dejemonos la piel” ahora, tenemos una oportunidad muy buena de hacerlo, siempre he oído que a cierta edad ya no se puede cambiar, ¡MENTIRA!. Quizás logremos cambiar algo ahí fuera, algunos ya lo están intentando.

Ignacio F. Alberti