Un poco de sentido del humor, por favor.

JAJAJAJAJAJAJAJIJIJIJI, en serio, eh, JAJAJAJAJIJIJIJIJIJ, venga, PFFFF, (con un dedo aplastando la nariz), PSSSSSH, jijijijijijiji, callar que nos echan, es que van y le preguntan a aquel pobre hombre que si fuma entre vez y vez que hace el amor, y este dice que sí, que 212.226 cartones, JAJAJAJAJAA, claro, le preguntaban que si echaba un pito entre quiqui y quiqui, pero este pobre llevaba tanto sin echar uno que… jijijijiji…., le dijo «la pila» de cartones, jajajaja, es así, jijijiji, claro, desde la última vez…, le dio tiempo a fumar la Philip Morris esa, jijiji, ….. Y es que hay que reírse, que esto del sentido del humor es muy sano. Decíamos en el grupo de amigotes, cuando todavía eramos unos chavales que estudiaban en la Universidad que, (permitirme un poco de bable) «Lo importante ye reíse», lo repetíamos una y otra vez y era casi un lema y una filosofía, nos reíamos con ello porque en realidad era una chorrada, pero ahora ya no me lo parece tanto, porque que puede que sea así, que lo importante sea reírse, la risa es un signo de alegría, de buen humor, de felicidad…, de que las cosas nos van bien, por lo menos en ese instante. «Lo importante ye reíse» siempre… que se pueda…, porque a veces no queda mas remedio que estar tristes, la vida es así, con altibajos, pero nunca hay que perder el sentido del humor; yo una vez lo perdí, y con él perdí todo lo demás, perdí mi persona, con mi humor se fue toda mi esencia…, y después en un proceso de cambio y recuperación personal,  recuperé la risa primero y la carcajada después, y con ellas vino el resto, “El humor es una gran cosa. En el minuto que sale a flote, todas nuestras asperezas, todos nuestros resentimientos e irritaciones vuelan lejos y un espíritu soleado asume su lugar”, que bien lo describe Mark Twain en esta cita. Pienso que nos hace falta mas sentido del humor, si, creo que se esta haciendo extraño reírse en público, que se está incluso haciendo de mal gusto, lo digo porque en alguna ocasión me han dicho “Nacho, te están mirando”, por reírme a carcajada limpia, y es que afortunadamente he heredado la gran carcajada de mi padre que es aparente pero también sana, saludable, contagiosa, feliz, radiante…, ¿sabéis lo que es reír a carcajadas?, que satisfacción…, lo explica muy bien Carmen Laforet en el libro De Ytho Parra “Monstruos Domésticos”:

“Reír a mandíbula batiente es una locura salvadora. Las ruedecillas más oxidadas de nuestra alma se ponen en marcha. Nuestra sangre corre, las lágrimas limpian nuestros ojos. Durante esos instantes de la risa, recuperamos facultades perdidas, olvidadas o que están en potencia en nosotros: el don de la levitación, la valentía de vivir, el perdón de nosotros mismos, la belleza de cada instante del tiempo que ahora nos ha sido concedido, la bondad que es más fuerte que la muerte y más quemante que el odio. No hay locura comparable a esta locura de reír a mandíbula batiente ni gimnasia que produzca tal agilidad, ni cura de belleza que deje tan brillantes los ojos y cambie la expresión de nuestra fisonomía de tal manera, ni , si ha sido provocada la risa por elementos de verdadero humorismo, hay cura de psicoanalista que nos deje tan sosegados, que lleve en ella efectos tan saludables.”

Eso es, que bueno…, hay que reírse. Un poco de sentido del humor por favor.